QUANTUM SHIELD - ARMÓNICO EMF PARA TELÉFONOS MÓVILES

La radiación de los teléfonos móviles se refiere a la radiación en forma de ondas electromagnéticas que emiten los teléfonos móviles. Este tipo de radiación toma la forma de ondas de radio que están cerca del rango de microondas. Cuando pensamos en radiación dañina, cosas como los rayos X o los rayos gamma suelen venir a la mente, pero estos tipos de radiación son diferentes de la radiación de los teléfonos móviles. Estas son radiaciones ionizantes y la exposición a ellas es muy perjudicial. Dado que la radiación de los teléfonos móviles no es ionizante, generalmente se considera inofensiva a corto plazo. Sin embargo, la exposición prolongada a esta radiación también se ha demostrado que es muy peligrosa. Se han realizado investigaciones profundas en todo el mundo y se ha concluido que la exposición prolongada a la radiación de los teléfonos móviles puede provocar muchas enfermedades crónicas, incluido el CÁNCER.

La radiación electromagnética simplemente deposita su energía calentando el material. Esto ocurre tanto con la radiación infrarroja como con la no infrarroja. Las ondas de radio intensas pueden quemar térmicamente los tejidos vivos y cocinar alimentos. Además de los láseres infrarrojos, los láseres visibles y ultravioleta suficientemente intensos también pueden incendiar fácilmente el papel. La radiación electromagnética ionizante puede crear electrones de alta velocidad en un material y romper enlaces químicos, pero después de que estos electrones colisionan muchas veces con otros átomos en la materia, eventualmente la mayor parte de la energía se convierte en energía térmica. Todo este proceso ocurre en una fracción minúscula de segundo. La idea de que la radiación infrarroja es una forma de calor y otras radiaciones electromagnéticas no lo son es un concepto erróneo muy extendido en la física. Cualquier radiación electromagnética puede calentar un material cuando se absorbe.

El Dr. David Carpenter, decano de la Facultad de Salud Pública del Estado de Nueva York, dice que el 30% de los cánceres infantiles están asociados con la exposición a campos electromagnéticos (EMF). Médicos del Reino Unido han emitido advertencias instando a que los niños menores de 16 años no usen teléfonos móviles.